jueves, 2 de octubre de 2014

Por qué ella...

Casi siempre hablo de esas cosas que me apasionan, de esas que, por mi carácter y forma de ser no sé explicar de otra manera sino escribiéndolas...

¿A quién le toca hoy? dirán los que me leen y pocos se atreverían a adivinar que sea a ella... ¡Y si, me refiero a ella!, a esa mujer que no conozco pero que siento que quiero con un querer que pocos sabrían explicar, a una mujer a la cual muy poco de su vida es oculta porque siento que su vida no tiene cosas por las cuales avergonzarse.

Hoy voy a dedicar unas líneas de este pequeño espacio a ella, María Victoria Eugenia Guadalupe, hoy escribiré de Victoria Ruffo... Y la gente dirá qué ¿Por qué ella?

Es sencillo, porque ella es entre muchas personas que no conozco la única que inspira un sentimiento en mí que no sé explicar, es ternura, es cariño, es admiración, es dulzura, es paz o serenidad, no lo sé, si lo supiera por supuesto que nada de lo que escribiré tendría sentido.

Ella es esa de mirada dulce, no es que se le debe probar para saberlo, es que con solo mirarla se le nota, es de esas personas que, como yo lo digo, son escogidas por Dios, no es que las demás no lo son ni lo valgan, pero es de entender que hay personas con un aura que encandilan, que su presencia se hace notar, y ella es de esas personas.

Victoria, tenía claro desde siempre lo que quería, por eso no dejó que otro escogiera por ella, que otro dictaminara sobre su vida, ella eligió su camino, y hoy eso se lo agradecemos; claro muchos podrán decir que tuvo suerte de tener una cara bonita, una cara atractiva ante cualquier ángulo, ¿Pero acaso otros no la han tenido y sin embargo se han ocultado ante la vista?, Pero ella supo encaminar su destino, se impuso un sueño y es ese sueño, lo que hoy, a nosotros nos despierta del nuestro.

¿Por qué ella? porque Victoria tiene la magia de tocar sentimientos, no es porque llora bonito, es porque su llanto se mezcla con sus propios sentimientos, ella no actúa simplemente, lo de ella es un don, nació para eso y para eso se formó... Victoria es un ser lleno de luz, porque pocas personas tienen la capacidad de poner un granito de ella en tu formación, en tu carácter, en tu actitud que te hace sentir que sí se puede.

Hablo de esa Victoria que un día sueño con abrazar, con la que a veces siento un vínculo tan fuerte que en ocasiones temo que se rompa, ella es ese ser místico, con un humor agridulce, que con solo reír puede hacerme reír o que cuando llora puede hacer que mi llanto no deje de parar.

Claro hay cosas que no se pueden obviar, como esos pequeños momentos de impotencia cuando sabes que está, que llega, que se siente, pero no te ve a ti, quizás vea el resto del mundo, pero en ese momento a ti no te ve, pero supongo que eso es parte de ser ella, de ser alguien a quienes muchos quieren; pero no es que ella no pueda sentir igual, pero es muy difícil que te quiera quién no te conoce... Esa es la diferencia de por qué sentimos que a algunos quiere más que a otros.

Claro, yo no soy una niña, ni una adolescente en pleno proceso de desarrollo físico y emocional, soy una mujer hecha y derecha, y sin embargo ella no sabe que a veces lo que provoca es patalear y chillar como una niña cuando despierto de un sueño y el sueño era con ella, ella no sabe que, quizás no es su culpa quererla como se le quiere, ella quizás nunca se imagina nada de eso.

Sin embargo, hoy me referiré a Victoria la que yo me imagino, pero no la que idiealizo, porque idealizar es crear un ser imaginario, y ella, Victoria, es de carne y hueso... Victoria, Victoria, la que llamamos Queen no porque suene o se lea bonito, sino porque ella lo es, es la de mirada serena pero con la que puede levantar un huracán, la de cara angelical pero con un carácter como pocos, esa que con su belleza ha inspirado a muchos y que con inteligencia a obtenido lo que tiene.

Hoy hablo de Victoria, esa que me hace quererla cada día más, no me pregunten por qué, eso solo lo sabe quién la quiere como yo, esa que me hace sacar tiempo de dónde no tengo solo para sentarme horas a esperar que aparezca aunque sea un ratito, esa que me hace sentir única cuando al fin un día me lee, o la que me hace sentir una honda tristeza cuando saluda a todo el mundo y a mi no, y, ¡Claro que exagero! pero eso es lo que se siente.

Ella no sabe que mi alma se encadenó a ella cuando un día la vi en Simplemente María, claro era una niña, pero allí me quedé prendada, ella no sabe que aún me pregunto por qué Elena nunca tuvo una noche de amor, no sabe que, para mi, de todas sus telenovela Abrázame Muy Fuerte es la más injusta de todas, aunque en la Madrastra, María haya pasado 20 años en la cárcel siendo inocente, pero sí sé y estoy segura que sabe, que la mayoría de las que la queremos como yo, solo ha visto En Nombre del Amor hasta el capítulo 67 quizás un capítulo menos, a lo mejor unos capítulos más, pero hasta allí... Ella no sabe que aún me impresiona verla caminar por la pasarela del primer desfile de Victoria... Ni siquiera sabe que cada vez que Refugio llora por Nachito a mí se me pone el corazón chiquitico y quiero abrazar a Cuquita y llorar con ella hasta cansarme.

¡Ella quizás no lo sabe, porque no me conoce, que yo la quiero como se quiere lo que no se puede tener, no con impotencia, sino con resignación!...

Y finalmente, como todo debe terminar, finalizo explicando que ¿Por qué ella?, porque mis alegrías también llevan su nombre y que esas lágrimas que también lo llevan es solo por la impotencia de no poderla abrazar, y que un día mirándola a los ojos, no sé si llorando o con un nudo en la garganta le diré que yo, para quererla, no necesito motivos...

¡Gracias María Victoria Eugenia Guadalupe por tantos momentos en los que me haces recordar que el valor que uno tiene, es el que quiere tener!...

@victoriaruffo31


Y es así como comienzan las alegrías♥
♥Gracias Victoria♥




Free Sparkle Blue Cursors at www.totallyfreecursors.com