Hoy me sorprendí con mis propios pensamientos, ¡Qué extraño verdad! Porque cuántas veces nos hemos dado cuenta de ellos... Éstos se han vuelto tan inconscientes, como el hecho de respirar, que olvidamos que son tan importantes como inhalar y exhalar aire.
Y quizás dirán, hoy ésta loca amaneció disparatera, ¡Pero no!, debe ser, como dicen por allí, que la edad nos regresa a nosotros mismos, dejamor de ver caras y comenzamos a mirar corazones, ya no nos fijamos en cuerpos sino a detallar las fuerzas de los pasos, y la manera cómo unas manos aferran lo que quieren y les pertenece, ya no importa el corte o color de cabello, sino la forma como puede captar la atención de alguien con tan sólo unas palabras, ¡Cómo usan su inteligencia!; y no me refiero a la inteligencia de los libros solamente sino a la que la vida enseña, da, y la que debemos valorar.
Comenzamos a añorar a los nuestros, a los que no están a los que se han ido, y en esa añoranza poco a poco retrocedemos por nuestra niñez, como dicen por allí, ¡Dónde eramos felices y no lo sabíamos!...
Pensamientos locos, como loca es la vida, la tuya, la mía, la nuestra, porque cada quien ve la locura del otro sin atrevernos a ver la locura en la que vivimos.
Hoy pensé, y aquí vamos de nuevo con el pensar, porque es que al final y diganme sino es cierto que no tenemos tiempo en todo el día para hacerlo, pero esperen que llegue la noche, allí cuando nos disponemos a dormir y éstos comienzan a salir en manadas... ¡Ah y me dirán ahora, esta loca tiene razón!.
Entonces, hoy mis pensamientos me llevan, no a los días buenos, que aunque han sido pocos comparado con los no tan buenos, los he disfrutado y me los he gozado, de todos modos tampoco hablaré de ellos.
Hoy mis pensamientos me llevaron a esos días no tan buenos de otras personas, de esos niños que se levantan con la rutina de un ir y venir de enfermeras y médicos, y veo en sus caritas tanta lucha, tanta batalla, y a veces hasta sonriendo, ¡Entonces no son sus días malos!, son sus días buenos porque están abonando la esperanza y las fuerzas para enfrentarse a la vida, con todo y sus días malos, ¡Qué guerreros!.
Mis pensamientos me llevan a los que yo imagino sean los días malos, de esos hombres y mujeres que en estos momentos están batallando con su cuerpo enfermo para poder conseguir más días, y estoy segura que, al final de esa lucha ellos mismos dirán que no fueron malos sino días que los fortalecieron porque los hizo más humanos, más sensible, más conscientes que la vida no es más que un soplo. Y a quienes no lo lograron, pues dudo que puedan opinar sobre esos días.
En fin, para no seguir en esta pelea con mis pensamientos, los dejo fluir que me arrope la monotonía y el ruido del mundo, del que grita en la calle, del niño que juega, de los que van a clase, de aquel que sólo se queja, de quien llora una pena, de los enamorados y sus pleitos, de los matrimonios y los divorciados, del ejecutivo, de la ama de casa, del que trabaja en lo que sea, del que solo espera, del que cree que su vida es un desastre ¡Qué cuerdo están sus pensamientos!, de la persona gorda que anhela ser delgada, del delgado que ansia unas libras, del rico o del pobre que, vive, como yo, en esta locura llamada vida.
Y mi conclusión es, que en esta vida lo único cierto es que nos vamos a morir sin siquiera entender que no la vivimos completa, y la única razón por la que no la vivimos plenamente es porque nos hemos vuelto más materialista y olvidamos ser humanos, que dejamos de ser sensible ante el dolor y la pena ajena, y no me refiero a volcarnos plenamente a otros, sino a ser consciente que nosotros mismos también necesitamos, en algún momento, al otro...
Bueno, pensamientos mios, hoy hicieron su día, ahora dejénme nuevamente en el diario ir y venir, quizás nos volvamos a encontrar ya entradita la noche, allí cuando las luces se apaguen y mi cuerpo repose, eso sí, no les aseguro nada, pidan a Dios no dormirme primero... Ritzys🍃
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